viernes, 18 de febrero de 2011

Científicos de la Universidad de Yale, desarrollan el primer antiláser del mundo

Los científicos de la la Universidad de Yale (EEUU), construyeron el primer antiláser del mundo: un dispositivo que absorbe por completo los rayos de luz generados por un láser y transforma su energía en calor, lo que podría usarse para la creación de sensores ópticos o en la industria de telecomunicaciones, escribe la revista Science. "Es sorprendente que no se haya planteado ni estudiado seriamente hasta ahora la posibilidad del proceso de la emisión láser hacia atrás, invertido en el tiempo", dice Douglas Stone, físico de la citada universidad. 
imagen: Photo Sciene/AAAS
El principal autor del invento, Douglas Stone, auguró que los antiláseres se usarán en la próxima generación de ordenadores “ópticos” como interruptores, detectores o demás componentes. Otra de sus eventuales aplicaciones - con fines diagnósticos o terapéuticos - será en radiología, donde los antiláseres ayudaran a enfocar los rayos de luz hacia pequeños fragmentos del tejido humano.
El equipo de Stone, liderado por el científico Hui Cao,  desarrolló su dispositivo al enfocar dos rayos de láser – cada cual, con una frecuencia determinada - en el interior de una cavidad formada por materiales de silicio. Una vez atrapadas en el interior, las ondas de luz empiezan a rebotar indefinidamente hasta absorberse y transformarse en calor.
El primer antiláser del mundo es capaz de absorber un 99,4% de la luz entrante, pero, los científicos se proponen elevar su eficacia hasta el 99,99%. "Es sólo una demostración del concepto", explica Stone en un comunicado de su universidad. "Confío en que empezaremos a aproximarnos al límite teórico al construir nuevos absorbentes más avanzados".
El dispositivo mide un centímetro, pero los investigadores han hecho simulaciones de ordenador sobre cómo construir otros mucho más pequeños, de aproximadamente un veinteavo del grosor de cabello humano (seis micras). Otro dato técnico: el aparato de demostración funciona en el infrarrojo cercano, es decir, en una longitud de onda ligeramente mayor al rojo de la luz visible, pero en versiones sucesivas, estos especialistas están seguros de que lograrán manejar, es decir, absorber con su dispositivo, toda la gama de la luz láser visible e infrarroja.
Los investigadores de Yale apuntan ya varias posibles aplicaciones del antiláser. Se podría hacer, por ejemplo, una especie de escudo para terapias en las que el médico dispare haces de láser a tejidos biológicos malignos, como tumores, con gran precisión. "Con nuestra técnica se puede hacer incidir unos haces de luz que penetren profundamente en ese medio y que sólo se absorban en el centro, permitiendo aplicar energía a regiones muy específicas", explica Stone en physicsworld.com.
Otra idea es controlar el dispositivo de manera que la absorción del haz láser varíe entre el 1% y casi el 100%, con lo que funcionaría como un interruptor óptico, un detector o un modulador en circuitos integrados ópticos.
 (fuentes: RIA Novosti, ElPais.com)

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